Desnudo, enfurecido y arrojado a una tierra de mortales insignificantes, el auténtico dios de la Arrogancia se enfrenta a la ardua tarea de comprender un mundo donde nada se le antoja a su nivel, aunque la comida no es tan mala.
Muy a su pesar, tendrá que emprender un viaje en el que descubrirá todo lo que nunca quiso conocer, mientras sus hermanos lo observan desde la Incoherencia comiendo palomitas y peleándose entre ellos.
Una historia donde la guerra, la traición y los juegos de poder se mezclan con el costumbrismo mundano de unos seres que fueron creados por dioses caprichosos solo para jugar a las casitas con ellos.
Ignorantes de la verdad, Humanos, Felidae, Aquilis y Skeren deberán enfrentarse a los malvados planes de empalagosos demonios y reyes pretenciosos, mientras se preguntan quién es ese tal Pertegast, que se pasea por el mundo como si le perteneciera.

En turbulentas ciudades iluminadas por farolas de aceite de megalodón, donde las chisteras bien calzadas y los corsés son la moda, el Imperio de Kassander se remueve entre la tradición y el progreso, luchando por sobrevivir. Mientras sus potentes navíos llenan los mares de espeso humo negro y la diplomacia trabaja para evitar el desastre, sus ciudadanos quieren cambios que no todos están dispuestos a permitir. A la vez que en las sombras intrigantes criaturas venidas de lejos empiezan a dejar su huella en el porvenir de las antiguas y nuevas naciones del mundo, con reliquias de un pasado mítico y lejano.